"6- Tira, recoge y organiza, nada te toma más energía que un espacio
desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas."
Esta afirmación no puede ser más correcta y es bastante divertido cómo también las cosas cambian según diferentes perspectivas.
Yo me considero "guardona" en dos sentidos bastante particulares, si tomo un curso o asisto a un seminario es muy probable que guarde el material brindado para utilizarlo como consulta futura y el otro sentido, es que me encantan las manualidades y siempre que noto algo que me puede servir los guardo para hacerlo "cuando tenga tiempo". Resultado final al cabo de unos meses de no utilizar nada de lo guardado boto todo, jaja, por su puesto esa acción hace que mi mami, quién es probablemente más "guardona" que yo, diga el típico discurso de que así no se puede ser.
Lo cierto es que he podido concluir al cabo de muchas experiencias, que lo que no has utilizado en por lo menos un años (ropa) o meses (algunos documentos), deben simplemente dejar tu espacio y darle la oportunidad porque ese lugar ocupado pueda ser utilizado para algo con un mayor uso... así sea el aire, porque también lo necesitamos para respirar.
Me encantan los adornitos pequeños que hacen una casa más vistosa, los coleccionaría si pudiese, pero cada vez que veo alguno, recuerdo a mi papi diciéndome "te gustan los recoge polvo" y tiene razón, para qué me va a servir algo tan pequeño, no cuenta con ninguna utilidad y es una verdadera tortura su limpieza, así que tampoco los compro, aunque me sigue gustando verlos y eventualmente los fotografiaré, ese detalle a tan pequeña escala definitivamente llama la atención de mi ojo, aunque no necesito verla físicamente todos los días en mi sala.
Concuerdo, completamente con que lo que no sirve hay que desecharlo, lo que no es utilizado hay que desecharlo y lo que no nos guste, que goce también del mismo fin, por supuesto, que si algo antiguo cumple con la función de mantener vivo un bonito recuerdo y el simple hecho que estar presente en nuestros días nos saca una sonrisa, pues adelante, no está dentro de los tres conjuntos mencionados al inicio de este párrafo, pero sí va ligado con la decisión de estar rodeado por las cosas que nos hagan feliz, que nos alimenten el alma y que su existencia no nos genere ningún tipo de malestar, para que ellos también se nutran de nuestra energía y hagamos de nuestro hogar u oficina un lugar en donde te sientas bien y transmita ese bienestar al resto.
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